Café con Miel
Hoy quiero hablar de un café muy especial para mí, uno que me gusta muchísimo. Se le conoce como honey (miel). De lo que hablo es que cuando uno se pregunta ¿qué tipo de café estoy tomando? la respuesta apropiada es: “un honey”. Pero, ¿qué significa esto?
Sé que no es lo mismo el que puedas degustarlo en vivo, pero intentaré explicarlo con el mayor detalle que me sea posible. Antes que nada tenemos que hablar un poco sobre teoría de café:
En el mundo del café existen muchas variedades de la planta (casí como de cualquier fruta), y diferentes tipos de procesos (hablaremos de esto más adelante) que se llevan a cabo para poder obtener la deliciosa bebida. Al escoger una variedad y aplicarle un proceso, obtenemos distintos aromas y sabores, es decir, de la misma planta, podemos explorar una gama muy amplia de resultados.
El término proceso, es un poco confuso dependiendo de la localidad en la que te encuentres, ya que también se le denomina método o procesamiento, ¡y en algunas partes se denomina de igual forma a la producción!
En México, la producción es conocida más bien como toda la serie de pasos por los que el café avanza desde la plantación hasta su preparación en taza, dichos pasos se pueden englobar en: plantación, cosecha, método o proceso, curado, degustación, tueste, molido y preparación.
De estos pasos, para este texto es de nuestro mayor interés sólo el proceso del café, que es básicamente la obtención del grano a partir del fruto del café. Suena sencillo, pero esta transformación se puede hacer de muchas formas: lavando los frutos con agua, secándolos al Sol, a la sombra, en el piso, sobre camas, entre otras. Realmente no hay una explicación segura del por que se han generado estas variaciones, lo más asertado es que se han perfeccionado con el tiempo porque los cafetaleros de distintas regiones buscan explorar nuevas formas de obtener sabores auténticos.
Dentro de estas creaciones, podemos encontrar tres principales clases, cuya diferencia radica en el tratamiento de cada una de las partes que integran el fruto del café.
- Método Natural o Proceso Seco
- No se quita ninguna capa del cerezo del café y es secado al Sol.
- Método Honey o Proceso Semi Lavado
- La piel y parte de la pulpa se quitan, pero se deja el mucílago; generalmente primero se usa agua y luego se seca.
- Método Lavado o Proceso Húmedo
- La piel, la pulpa y el mucílago son removidas, usando agua.
Entonces, después de toda esta explicación, ¿por qué se denomina honey?
Regularmente al escuchar este método se piensa que se utilizó miel durante su elaboración. Sin embargo, el nombre lo recibe por la sensación pegajosa que tiene el grano al haberle dejado el mucílago. Y por si fuera poco, existen tres tipos de honey:
- Honey Amarillo
- Lleva un secado rápido al Sol con un porcentaje de pulpa del 50% al 79%.
- Honey Rojo
- Este es un poco más lento porque es secado en la sombra lo que le da un tono rojizo, teniendo el porcentaje de pulpa del 20% al 49%.
- Honey Negro
- Se pone a secar cubriendo los granos de café con un plástico negro, sobre camas africanas, por esta razón tarda mucho más en secar. Suele tener un dulzor más alto que los demás porque tiene un porcentaje de pulpa mayor, alrededor del 80%. De entre los honey, es el más costoso en el mercado.
Y luego entonces, con todos estos datos, por fin puedo decirles por qué es mi café favorito...
El sabor de un honey es el más balanceado de todos cuando se procesa adecuadamente, y da la sensación de que alguien le hubiera añadido miel o azúcar morena a tu taza de café, ya que es sumamente dulce. La primera vez que lo probe creí que realmente habían endulzado mi taza, pero, con un sabor más particular, amielado pues. Un poco renuente pregunté que qué le habían hechado a mi café ya que a mí me gusta sentir el sabor auténtico sin alteraciones. A mi sorpresa, me dejó con los ojos bien abiertos enterarme que era su sabor natural, simplemente por haber adquirido propiedades a través de su proceso, no lo podía creer.
En ese momento fue cuando supe que existía una infinidad de variaciones para obtener distintos resultados en taza. Aprendí sobre la producción del café y que, para poder apreciarlo, a parte del aroma y del sabor es necesario conocer su origen y la calidad con que se maneja, todos los pasos que conllevaron a crear tu bebida. Esto incluye, que la producción sea hecha de forma cuidadosa tanto en su técnica como en la preocupación por el ambiente, que sea sustentable, que cuide la naturaleza. Sino, algún día nos quedaremos sin café.
Ahora sabes que cuando escuchas hablar de honey, no es café con miel sino el proceso que tuvo, y que sabrá sumamente dulce. ☺